CAPITULO IV
EL GATO MICHU
DE LA VIDA REAL
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Así nos fuimos con el michu a la van y de regreso, cuando llegamos a la feria todos estaban esperando la buena noticia, el michu era lo mas importante en nuestras vidas.
El michu estuvo durante 12 años en nuestras vidas llenandonos de alegría y cariño; supimos que moriría dos meses antes de su partida, un tumor había atacado su guatita y lo estaba consumiendo. Recuerdo ahora que, no le creí al Veterinario, no imaginé nunca a mi gato enfermo, quizás por la fe que tenía no imaginé que el michu tenía fecha de muerte, era inimaginable para mi, por ello no lo creía.
Recuerdo que no me afectó su enfermedad, pues, el nunca perdió la lucidez y su ánimo era el de siempre, algo decaído que casi no se notaba. Pero si, su cuerpo denotaba un deterioro general, además de comenzar a adelgazar, lo que si era notorio, debido a que el era enorme con sus 7 kilos y enorme melena.

Hicimos el ultimo viaje a su tierra, Iquique, lo pasó lindo, aquí está en una de nuestras paradas en la pampa nortina de Chile, cuando nos deteníamos a comer algo en el camino, el era el primero que se presentaba para que le dieramos algo.

Ya se notaba su carita de enfermo, pero no perdía la postura.

Aquel fin de año ya se veía delgado y había perdido su señorial caminar pero nunca perdió el amor que nos profesaba a cada momento. Un día 1 de Enero llegábamos a la casa de playa donde el se había quedado todo el día, a eso de las doce de la noche; cuando al entrar en casa sus lamentos se dejaron caer, era como un ¿ por que, por que no llegaron antes? si tanto los estaba esperando para morir; trataba de caminar y se iba para el lado, sus ojos eran dos diamantes brillantes que no querían apagarse, lo había pasado muy bien en la tierra junto a nosotros..no quería irse. El michu estuvo tres horas agonizando,..hasta que a las tres de la madrugada emitió su último suspiro. El michu se quedó en nuestro jardín para siempre, sobre el hay flores que crecen en primavera, flores que llaman mi atención cada vez que muestran sus colores rojos y me traen a la memoria a este maravilloso animal que no se va del jardín, que quiere permanecer por siempre a nuestro lado.

Oh...Señor
te pedí con tantas fuerzas que me ayudaras a encontrarle cuando se perdió...
y te pedí con las mismas fuerzas que te lo llevaras para que no sufriera.
Adios michu querido, siempre estarás en nuestros corazones.
Alfred Asís