En Machu Picchu, me encontré con las alturas de cordilleras traspasando el cielo,
con rocas formadas en armonía, terraplenes de cultivos y fuentes vivas,
escalinatas pulidas por la lluvia y el tiempo y brisas del silencio,
ventanas, portalones como formados uniformes vestidos de luz de sol;
AH, no alcancé a verla con luna, ya imagino con baño de plata
la ciudad encantada que brilla de la nada, aunque se sumerja en la bruma

Alfred Asís en Machu Picchu

Este magnífico lugar del mundo
está esperando a los Poetas.
Su entorno está lleno de bellezas y rincones encantados, a cada segundo que pasa va cambiando el panorama, las luces, las piedras, el cielo, las nubes y hasta el aire que ingresa a nuestros pulmones es cada vez mas suave.

El alma está extasiada de tanta maravilla, llega un momento en que puedes ver a los espíritus acompañandote en la travesía sobre piedras enfiladas al cielo, si, por que todo está en las alturas, ya te haz suspendido en lo mas alto de la naturaleza y el regocijo es impresionante