DUETO DE AMOR
Alfred Asís, Isla Negra, Chile
Rossibel Ipanaqué, Sullana, Perú

¿Eres por mi?
yo, soy por ti,
ese farol que alumbra
donde te me apareces en penumbras
donde planeo saborear tu anhelo...
No me iré de tu lado
¿como hacerlo? si no te siento muero
si no tomo tus manos entre las mías
ya desespero.
Ya veo el espacio
no existe en la distancia del amor
todo es dulce, hasta el dolor,
dolor de no sentir tu candor.
Guardame vida mía en tu piel
déjame adosarme como miel,
siente mi dulzor
verás que existo en el ayer
y en el presente de tu cuerpo
voy a permanecer.
Alfred Asís

Soy, por ti, la estación gloriosa
bañada por el infinito de colores,
dominada por mi gana ansiosa
de regalarte todos mis sabores...
Tengo un bronco y sublime anhelo
de hacerme fuego entre tus brazos,
de amarrarte con mi pelo
para que no te vayas de mi lado
Si tus labios y mis labios se juntaran,
nunca más nos vencería el cruel espacio...
el reloj mataría su migraña
confinado en una torre del palacio...
para siempre ser esclava de tus besos...
Eres el dulce suspiro del viento
que el vientre de la tierra me regala,
te tengo todo por dentro
y, al mismo tiempo, tengo la nada...
Tatuaje del alma te me hiciste
para que de ti no me apartara...
arde en mi piel esa marca
desde que en mi vida existes...
Bésame el noctámbulo silencio
que de mi dolor se burla reacio...
Rossibel Ipanaqué
Tú, mi dulzura
eres otra estación venidera
te llamaré desde mi montaña
como la abeja a su reina...
Eres estación que acalora
eres diosa de la aurora,
hasta el dulce de tu voz
confita mis emociones...
¿Comos serían tus labios
en los míos anclados?
no habría temporal que los separara
acogerían el caudal
de mis deseos frutosos.
Eres mi fruta madura
dulce amor
no necesito tocarte para sentirte
ya estás presente en mi,
impresa en mi piel
están tus dulces manos
con tus dulces caricias...
Déjame tus manos amor...
Déjame tus labios
dulce flor.
Alfred Asís
Oh!!! Dulce encanto de los dioses
tienes mi alma envenenada,
me embriagaste con tus dones,
de ti estoy enamorada...
Eres verde primavera,
suave brisa de verano,
de mi invierno, una quimera...
del otoño, mi descanso...
En tu voz una guitarra
canta mi nombre tiernamente
y me dice emocionada
que me amarás para siempre...
Rossibel Ipanaque