Jesús profetizó
que habrían en los últimos días muchos desastres naturales,
que la frecuencia e intensidad sería cada vez mayor.
Aun que los logros de la ciencia del siglo XX son espectaculares, estamos
expuestos a los peligros de la naturaleza; si con la aplicación de
tecnología avanzada pudiéramos mantener estable la meteorología,
se podría quizás enfrentar a los desastres naturales. También
se profetizó que nuestros adelantos no servirían para hacer
frente a los desastres, solo sirven de aviso a lo que viene; por lo menos
esto ayuda a elaborar planes de emergencia.
Pongamos como ejemplo los terremotos los cuales han causado terribles daños y pérdidas de vida; ademas de estos, los tifones, los tornados, los huracanes y maremotos, podrían ser las primeras señales que el Profeta mencionaba; también estan los causados por el hombre, tales como las quemas de enormes bosques, el uso de elementos químicos en las siembras y en los frutos que son para el consumo humano. Todo esto fue predicho por los Hebreos, al hacer comparaciones de hechos ocurridos llegaremos a la conclusión de que los vaticinios de Exequiel, Daniel, Zacarías y Jesús hechos hace miles de años atrás se estan sucediendo.
En San Lucas, hay claras predicciones acerca de las alteraciones en el espacio que afectarán nuestra Atmósfera y cambiarán nuestros climas, éste vaticina que los cambios serán tan desastrosos que sentiremos verdadero miedo...¡¡ y.. habrá señales en el sol, la luna y las estrellas; en la tierra las Naciones desesperadas se asombrarán ante el rugir del mar; y el poder del cielo nos estremecerá.
El fenómeno del niño y luego el de la niña, han dejado muerte y desolación sobre la tierra.
La gran erupción del
Tambora en 1815, fue equivalente a 800.000 bombas de hidrógeno y afectó
al clima mundial durante dos años; en estos tiempos modernos con la
alta densidad de población esto sería terrible sin duda y nadie
lo puede ignorar.
Otro vaticinio de importancia es el hambre, en el capítulo 6 de las
revelaciones se dice que un tercio de la humanidad será destruída
por la hambruna y las pestes, una situación que vivímos a diario
en ciertos lugares del mundo, ya sea por factores económicos o por
desastres naturales que hacen peligrar el abastecimiento de alimentos a una
gran parte de la población sobre la tierra..
Imaginen cuando entramos a un Restaurante, mientras saciamos nuestro apetito,
durante ese lapso en que terminaremos satisfechos, habrán muerto mas
de mil almas por efecto de la hambruna, y, quizás esa cifra sea muy
conservadora.
Ya que no podémos controlar la explosión demográfica,
no hay forma de detener la tragedia.Para la mayoría de los Pueblos
industrializados, el hambre es una remota posibilidad, pero no vivimos aislados,
los problemas también podrían ser nuestros, y acechan verdaderos
peligros derivados de esta situación; sería difícil predecir
lo que haría un Pueblo hambriento si no cuenta con alimentación
para su población y estén en peligro de muerte por ello; quizás
traten de usar la fuerza para conseguir alimento, usando armas nucleares si
dispone de éstas. Esta situación nos llevaría a confrontaciones
sin precedentes.